La batalla de 11 de setembre

 
 

l dia 11 de setembre de bon matí van començar els bombardeigos a Barcelona. La violència i la intensitat del foc de l'artilleria borbònica no va deixar lloc a cap dubte: aquell dia tindria lloc l'assalt definitiu a la ciutat. La maquinària bèl·lica s'estava movent decididament i ja res no la deturaria. Una força atacant deu vegades superior a la defensora, millor equipada i amb les línies d'intendència perfectament connectades es disposava a doblegar a qualsevol preu la llarga defensa dels catalans.

Escoltem la narració escrita per Vicente Bacallar y Sanna (1) el 1725: "Cincuenta compañías de granaderos empezaron la tremenda obra; por tres partes seguían cuarenta batallones y seiscientos dragones desmontados; los franceses asaltaron al bastión de Levante, que estaba enfrente; los españoles, por los lados de Santa Clara y Puerta Nueva. La defensa fue más obstinada y feroz. Tenían armadas las brechas de artillería, cargadas de bala menuda, que hizo gran estrago. No fueron rechazados los que asaltaron, pero morían en el fatal lindar, sin vencer, hasta que, entrando siempre gente fresca, aflojó precisamente la fuerza de los sitiados, menores en número. Todos a un tiempo montaron la brecha, españoles y franceses; el valor con que lo ejecutaron no cabe en la ponderación. Más padecieron los franceses, porque atacaron lo más difícil; plantaron el estandarte del rey Felipe sus tropas en el baluarte de Santa Clara y Puerta Nueva; ya estaban los franceses dentro de la ciudad, pero entonces empezaba la guerra, porque habían hecho tantas retiradas los sitiados, que cada palmo de tierra costaba muchas vidas".

"...creían los sitiadores haber vencido, y empezaron a saquear desordenados. Aprovecháronse de esta ocasión los rebeldes, y los acometieron con tal fuerza, que los hicieron retirar hasta la brecha. Los hubieran echado de ella si los oficiales no hubieran resistido. Empezóse otra vez el combate, más sangriento, porque estaban unos y otros rabiosos."

"Villarroel y el cabo de los Conselleres de la ciudad juntaron los suyos y acometieron a los franceses, que se iban adelantando ordenados; ambos quedaron gravemente heridos. Entonces desmayaron los defensores, pero en todas las partes de la ciudad se mantuvo la guerra por doce continuas horas, porque todo el pueblo peleaba. No se ha visto en este siglo semejante sitio, más obstinado y cruel."

 

La nit queia sobre una ciutat oberta, on els mesos de setge i els brutals combats produits al llarg de les hores anteriors havien fer desaparèixer quasi completament les seves muralles i on ferits i cadavers cobrien tot l'entorn. En aquest dantesc entorn es va declarar una treva a l'espera de la rendició definitiva de la ciutat. Deixem un cop més que la narració del marqués de San Felipe ens doni la seva versió:

"Anocheció en esto, y cubrió la ciudad de mayor horror; porque, aun durando la pequeña tregua, de las troneras de las casas disparaban sin ser vistos los catalanes. Los que fueron a hablar a Berwick, sobre la misma brecha, mostraron la insolencia mayor, porque pidieron perdón general y restitución de privilegios. El duque moderó con una falsa risa su ira, y dijo que si no se entregaban antes del amanecer los pasaría a todos a cuchillo. Esta respuesta inflamó los ánimos, y se volvió a la guerra, más perniciosa para los vencedores, porque de todas las casas llovían llamas, y había prohibido el duque aplicarlas a los edificios: en ellos se habían los rebeldes encerrado".

Els catalans defensors de la ciutat ja havien jugat la seva darrera carta. Era evident que si la coalició atacant havia arribat fins aquest punt amb la brutal pèrdua d'homes i materials que això havia significat, de cap manera no podia acceptar un perdó general i la restitució de privilegis. El setge a la ciutat havia arribat a les seves darreres hores.

"La noche fue de las más horribles que se pueden ponderar, ni es fácil describir tan diferentes modos con que se ejercitaba el furor y la rabia. Mandó el duque sacar de la ciudad los muertos y retirar los heridos; y a las tropas, que estuviesen en orden hasta la aurora y que se previniesen los incendiarios. Amaneció, y aunque la perfidia de los rebeldes irritaba la compasión, nunca la tuvo mayor hombre alguno, ni más paciencia que Berwick. Dio seis horas más de tiempo; fenecidas, mandó quemar, prohibiendo el saqueo; la llama avisó de su último peligro a los rebeldes. Pusieron otra vez bandera blanca; mandóse suspender el incendio; vinieron los diputados de la ciudad a entregarla al Rey, sin pacto alguno. El duque ofreció sólo las vidas si le entregaban a Monjuí y a Cardona; ejecutóse luego.
Dio orden el magistrado a los dos gobernadores de rendir las dos fortalezas; a ocupar la de Cardona fue el conde de Montemar, y así, en una misma hora, se rindieron Barcelona, Cardona y Monjuí. Hasta aquí no había ofrecido más que las vidas Berwick; ahora ofreció las haciendas si luego disponían se entregase Mallorca. Esto no estaba en las manos de los de Barcelona, a la cual se la quitaron sus privilegios y se la pusieron regidores, como en Castilla, arreglando a estas leyes todo el gobierno."

Tot estava perdut. Ara arribaria la repressió felipista. Darrera quedava una ciutat per reconstruir, 14.000 baixes entre l'exercit borbònic i 7.000 entre l'exercit defensor més totes les baixes civils.

 

Paisatge després del setge (2)

Després de l'onze de setembre

 

(1) Vicente Bacallar y Sanna, marqués de San Felipe, polític i historiador espanyol, partidari dels Borbons a "Comentarios de la guerra de España e historia de su rey, Felipe V el Animoso" - 1725

(2) Il·lustració extreta del còmic Barcelona 1714, l'onze de setembre, d'Oriol Garcia i Quera - Editorial Casals, S.A. - 2002

 
 


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